Señalan una cantidad imprecisa de lo nombrado. Un, uno, una, alguno, alguien, cualquiera, nadie, ninguno, pocos, muchos, escasos, demasiados, bastantes, varios, otros, tantos, tales...
Expresan preguntas referidas a sustantivos. ¿Qué vas a comer?, ¿Por qué me miras? Expresan sorpresa o emoción para resaltar a los sustantivos. ¡Qué de goles!, ¡Cuántos aprobaron el examen!
Informan con exactitud de cantidades y órdenes de colocación referidos a nombres, pero sin mencionarlos. Pueden ser: Cardinales: uno, dos, tres... Ordinales: primero, segundo... Partitivos: mitad, tercio, cuarto... Multiplicativos: doble, triple, cuádruple...
Se refieren a un nombre ya citado en la oración, sin necesidad de repetirlo. Que, el cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales, quien, quienes, cuyo, cuya, cuyos, cuyas, donde.
Se refieren a un nombre y además indican si el objeto pertenece a una o varias personas. Un poseedor: mío, mía, míos, mías; tuyo -a -os -as; suyo -a -os -as. Varios poseedores: nuestro-a-os-as; vuestro-a-os-as; suyo-a-os-as.
Sustituyen a las personas gramaticales y van delante de los verbos. Yo, Tú, Él, Ella, Nosotros, Nosotras, Vosotros, Vosotras, Ellos, Ellas.
Son palabras que sustituyen al nombre para evitar su repetición. Es decir, señalan o representan a personas, cosas o hechos que son conocidos por el que habla y el que escucha.
Se refieren a nombres indicando proximidad o lejanía respecto a las personas que hablan y escuchan. Cercanía: éste(a)(o),éstos(as) Distancia media: ése(a)(o),ésos(as). Lejanía: aquél, aquéllo(a),aquéllos(as)