(Guilford), “pensamiento creativo” (A. Newell, J.C. Shaw y H.A. Simon, 1962; E.P. Torrance, 1977; E. de Bono, 1994), "una forma de pensar” (M. Romo, 1997, p. 115 y ss.), “un tipo especial de pensamiento”,
“La imaginación es más importante que los conocimientos” (p. 3), sencillamente, porque la imaginación es ya una forma de conocimiento, como también lo son la sensibilidad y el afecto.
” (Wilson, 1999: 170, 171). Por tanto, la creatividad tiene que ver con el trazado de nuevas rutas neurológicas con una finalidad constructiva, entendido como desarrollo y expresión de procesos y acciones asociadas a un efecto positivo (Thorndike), el encuentro personal y al asombro relativos.
La neurofisiología actual estima que el cerebro humano dedica un 20% de su energía a