En el duodeno se completa la digestión gracias a los jugos pancreáticos y la bilis (acción química) y a los movimientos peristálticos (acción mecánica) de las propias paredes. El quimo se denomina ahora quilo.
Los nutrientes contenidos en el quilo son absorbidos hacia el torrente sanguíneo gracias a las miles de vellosidades del intestino delgado.
En la boca se produce la ingestión del alimento, la masticación (dientes) y la insalivación (saliva), comienza así el proceso de digestión formándose el bolo alimenticio
El proceso de deglución hace que el bolo alimenticio siga su trayecto digestivo y no pase hacia las vías respiratorias gracias a la epiglotis.
El intestino grueso es capaz de reabsorber agua para formar las heces. Éstas son eliminadas a través del ano mediante la función de egestión.
En el estómago se produce la digestión gástrica gracias a los jugos gástricos (acción química) y a los movimientos peristálticos (acción mecánica) de las propias paredes del órgano. El bolo alimenticio pasa a denominarse quimo.