La finca se llenó de agua
La anciana, emocionada, exclamó: - ¡Eres un ángel! - No se preocupen les dijo la amable mujer. Yo les daré cobijo y agua.
Aquellas tierras estaban gobernadas por un terrateniente muy tirano
Y así fue cómo nació la laguna del Cajas, un lugar hermoso que recuerda a todos la importancia de mostrar solidaridad con quien lo necesita.
Un día de muchísimo calor, una pareja de ancianos llegó hasta ese lugar, en busca de alojamiento para poder descansar.