plato económico, abundante y sabroso, pero principalmente como símbolo cultural y de identidad histórica, es la opción ideal para las épocas frias: consiste en un guiso hipercalórico, proteico y rendidor, donde el principal ingrediente es el maíz. En la época colonial, en la Recova, un imponente edificio que se ubicaba en el centro de la actual Plaza de Mayo, se concentraban generalmente los vendedores de este plato patrio con sus ollas.