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Un aspecto fundamental para reducir los gastos es aprender a comprar. Si su grupo familiar es pequeño o sus ingresos no le permiten hacer un gran mercado mensual, le sale más barato comprar al menudeo en la tienda o supermercado del barrio. Por el contrario, si su familia es grande y la base de la alimentación son los productos perecederos (frutas, legumbres, verduras, etc) que se consumen en poco tiempo, le convienen las plazas de mercado. Asegúrese de tener donde almacenar en buenas condiciones los alimentos para que no se dañen. Aproveche las ofertas, sobre todo en productos no perecederos. El gas natural y los bombillos ahorradores de energía ayudan a bajar los recibos de la luz. Lleve el almuerzo. Evite usar chequera y tarjetas de crédito, así evitará comprar cosas innecesarias y por impulso. Pague sus cuentas a tiempo y evite recargos financieros. El tema del anterior texto es: