Había una vez un conejo que siempre tenía mucho miedo y no se atrevía a salir de su madriguera.
Un día, el conejo, como tenía mucha hambre, salió al campo y vio a una lechuza que lo miraba con ojos glotones.
El conejo se asustó mucho al oír lo que decía la lechuza y enseguida se puso a pensar cómo podría librarse de sus garras.
Lo saludo con toda amabilidad y le dijo que le apetecía cenar un tierno conejo.
La lechuza se relamió al pensar en las sabrosas palomas y, sin pensarlo un momento, echó a volar para cazarlas.
Entonces, el conejo miró al cielo y, al ver las estrellas, le dijo a la lechuza que por el cielo volaban siete palomas blancas muy rollizas.
ONE
FIVE
SIX
FOUR
THREE
TWO