Una de las características fundamentales del actuar ético es la responsabilidad pues es así como el hombre puede vivir en libertad.
Cuando el hombre actúa de acuerdo a un valor moral, obtiene como consecuencia un mérito, el cual entendemos como el derecho a una recompensa, que tiene su base en la honestidad y que produce beneficios para sí mismo o para otras personas.
La responsabilidad, es la capacidad que sólo posee el ser humano por encima de cualquier especie animal, esto es precisamente lo que le distingue.
La sanción se refiere al premio o castigo al que el sujeto se hace merecedor por sus actos realizados en función del incumplimiento o la violación de la ley establecida. Esto sucede cuando no se aplica este tipo de acto.
Cuando una persona obtiene un beneficio de un acto realizado por otra persona, este lo agradece de igual forma, al bien recibido.
Es necesario reconocer la importancia de la Ética como faro que guíe todo comportamiento humano, pues es en el reconocimiento de los valores humanos (virtudes) como se puede aspirar a la plenitud y a una vida feliz.
Es un acto realizado por el bien propio y para el bien de los demás.
