10.
Los ríos de la vertiente Mediterránea, suelen ser cortos, de régimen irregular y de poco caudal, excepto el río Ebro. Se caracterizan, además por su fuerte torrencialidad cuando llueve en otoño y en primavera; mientras que, en verano, la falta de precipitaciones y las elevadas temperaturas hacen que muchos cursos de agua se sequen.