4.
El autor Garagalza (2005), manifiesta que “La hermenéutica del lenguaje de Gadamer constituye, pues, una crítica de la metafísica, bien que asumiendo su pertenencia a esa tradición. Dicha crítica consiste en una especie de «cura de humildad» filosófica que aplaca la hybris del entendimiento metafísico (y, por tanto, de la doctrina teológica cristiana) asumiendo desde dentro sus propios límites, su parcialidad, su relatividad, es decir, su carácter «humano». Hay que entender en este sentido la sustitución del clásico razonamiento abstracto, necesario e incuestionable, por la interpretación, así como el desplazamiento del motivo de la reflexión desde el ser hasta el lenguaje. No hay propiamente renuncia a la razón, sino un descubrimiento de su condicionalidad lingüística: la razón no está más allá del lenguaje, sino que, al igual que el propio ser, es lenguaje.” (p. 248). Con base a la crítica planteada se puede inducir que: