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fue el dragón de la reina Alysanne Targaryen. Fue uno de los dragones llevados al Norte cuando ella y su esposo visitaron Invernalia. Más tarde luchó en la Danza de los Dragones.
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sus dientes eran del tamaño de espadas y su mandíbula lo suficientemente grande como para tragarse a un mamut entero de un solo bocado.[1] Su fuego era negro, al igual que sus escamas, y su envergadura era tal que pueblos enteros se oscurecían cuando pasaba volando.[
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nació de uno de los huevos de dragón conservados en Rocadragón durante el Siglo Sangriento.[4] Fue nombrado en honor a un antiguo dios del Feudo Franco de Valyria.[5] Rhaenys Targaryen adoraba volar sobre
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Un era un dragón negro como el carbón. Su guarida estaba llena de huesos de aspirantes a jinete de dragón. Vivió en la parte posterior de Montedragón y sus habitantes lo apodaron así porque tenía debilidad por la carne de dragones muertos, recién nacidos y sus huevos.[3]
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Km El dragón le fue entregado a Aenys al salir del cascarón. Siempre débil y enfermizo, la muerte de su madre destrozó a Aenys, y había dudas acerca de si iba a tener una vida próspera. Pero cuando se le dio la cría de dragón, su condición mejoró rápidamente, y "así como el dragón creció, también lo hizo Aenys."[3]
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Se le describe como a un dragón hembra cuya mandíbula era lo suficientemente grande como para que pasara un caballo y su jinete.[4] Su fuego era tan caliente que podía derretir la armadura de un caballero y cocinarlo dentro de ella.[5]
