Para descansar toda la noche es mejor no tomar cafeína unas horas antes de acostarse y no tener un móvil o un televisor cerca, porque las ondas de los aparatos electrónicos afectan negativamente al sueño.
Algunas actividades sencillas compartidas con la familia o con los amigos, como pasar tiempo juntos, charlar de cosas sin importancia, reír o compartir una comida contribuyen a bajar los niveles de estrés.
Es aconsejable comer alimentos naturales y con mucha fibra, como la fruta, la verdura y los cereales. Hay que beber mucha agua (2 litros al día).
Tener aficiones ayuda a desconectar de los problemas y del trabajo. La música, el ajedrez, el cine, la fotografía, estudiar idiomas, tocar un instrumento o ir de compras son algunas aficiones muy comunes, pero hay muchas más por descubrir, solo tienes que encontrar la tuya.
Es importante viajar, conocer nuevos lugares y costumbres y hacer cosas diferentes. Hay que aprender a desconectar del trabajo y romper la rutina diaria
Dormir entre 7 y 8 horas diarias (no más) es uno de los mejores antídotos contra el estrés y el cansancio. Una siesta después de comer (20 o 30 minutos) ayuda a reponer fuerzas.
También es aconsejable comer varias veces al día (5 o 6), siempre a las mismas horas y en poca cantidad; excepto durante el desayuno, que es la comida más importante del día.
Hay mil maneras de ejercitar el cuerpo para reducir el estrés: desde andar 30 o 40 minutos tres veces a la semana hasta practicar algún deporte en equipo como el fútbol o el baloncesto. Bailar puede ser también una forma divertida de hacer ejercicio: salsa, flamenco, hip hop, breakdance, danzas africanas, orientales…, o cualquier otro que te guste. Es suficiente si le dedicas 2 o 3 horas a la semana.
Hacer ejercicio físico.
Los beneficios de dormir.
Cuándo y cómo comer.
Qué comer y beber.
Consejos para dormir bien.
Cambiar de ambiente.
Aprovechar el tiempo libre con actividades de ocio.
La importancia de las relaciones sociales y afectivas.