33.
No eran las luchas con los bárbaros el único problema al que se enfrentaba el Imperio de Occidente; lo afectaron también seriamente las guerras civiles y el descontento social. A lo largo de los tan importantes años transcurridos entre 407 y 413 d.C., el emperador Honorio (residente en Italia) vio cómo desafiaba su autoridad, a menudo compitiendo entre sí, una turbadora constelación de usurpadores. Se necesitaba por su parte, tomar acciones contra los godos, que se asentaban entonces por gran parte de Italia y el sur de la Galia, y saquearon la misma Roma en 410 d.C., y contra los vándalos, los suevos y los alanos, que penetraron en la Galia al terminar 406 d.C., y en Hispania en 409 d.C. En lugar de eso, se sucedió una serie de guerras civiles que a menudo recibían prioridad sobre la lucha con los bárbaros. El texto privilegia como causa principal de la caída del Imperio de Occidente