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1. En la rama de un árbol, bien ufano y contento, con un queso en el pico, estaba el señor Cuervo. Del olor atraído un Zorro muy maestro, le dijo estas palabras, a poco más o menos: «Tenga usted buenos días, señor Cuervo, mi dueño; vaya que estáis donoso, mono, lindo en extremo; yo no gasto lisonjas, y digo lo que siento; que si a tu bella traza corresponde el gorjeo, juro a la diosa Ceres , siendo testigo el cielo, que tú serás el fénix de sus vastos imperios.» Al oír un discurso tan dulce y halagueño, de vanidad llevado, quiso cantar el Cuervo. Abrió su negro pico, dejó caer el queso; el muy astuto Zorro, después de haberle preso, le dijo: «Señor bobo, pues sin otro alimento, quedáis con alabanzas tan hinchado y repleto, digerid las lisonjas mientras yo como el queso.» Quien oye aduladores, nunca espere otro premio.
atraído Eun Emaestro Eel Eestaba Emi, E E ECuervo Eseñor Eestáis Econtento, E EEn Eárbol Eseñor Eun Evaya Econ, E Eque Eusted Edueño Eolor. E E Ebien Emenos Epico EDel Emuy Eun Edijo, E Ele Epoco Ey Eestas, E Eo Edías Emás Ede Eel: E E ECuervo Eufano Een Equeso, E Ela Ebuenos, E E«Tenga Ea; E Erama EZorro Epalabras E
2. En la rama de un árbol, bien ufano y contento, con un queso en el pico, estaba el señor Cuervo. Del olor atraído un Zorro muy maestro, le dijo estas palabras, a poco más o menos: «Tenga usted buenos días, señor Cuervo, mi dueño; vaya que estáis donoso, mono, lindo en extremo; yo no gasto lisonjas, y digo lo que siento; que si a tu bella traza corresponde el gorjeo, juro a la diosa Ceres , siendo testigo el cielo, que tú serás el fénix de sus vastos imperios.» Al oír un discurso tan dulce y halagueño, de vanidad llevado, quiso cantar el Cuervo. Abrió su negro pico, dejó caer el queso; el muy astuto Zorro, después de haberle preso, le dijo: «Señor bobo, pues sin otro alimento, quedáis con alabanzas tan hinchado y repleto, digerid las lisonjas mientras yo como el queso.» Quien oye aduladores, nunca espere otro premio.
la, d dtú, d dsiendo dcorresponde ddonoso; d d d djuro ddiscurso dextremo dlisonjas, d dsus da dfénix ddigo den; d dvastos dde dtestigo dcielo dque dtan del dyo, d dsi dgorjeo da dtu dy d, d dCeres del dimperios ddiosa, d dsiento dbella dno dlo doír dmono dque dque dserás. dgasto d dAl dlindo dtraza del dun d
3. En la rama de un árbol, bien ufano y contento, con un queso en el pico, estaba el señor Cuervo. Del olor atraído un Zorro muy maestro, le dijo estas palabras, a poco más o menos: «Tenga usted buenos días, señor Cuervo, mi dueño; vaya que estáis donoso, mono, lindo en extremo; yo no gasto lisonjas, y digo lo que siento; que si a tu bella traza corresponde el gorjeo, juro a la diosa Ceres , siendo testigo el cielo, que tú serás el fénix de sus vastos imperios.» Al oír un discurso tan dulce y halagueño, de vanidad llevado, quiso cantar el Cuervo. Abrió su negro pico, dejó caer el queso; el muy astuto Zorro, después de haberle preso, le dijo: «Señor bobo, pues sin otro alimento, quedáis con alabanzas tan hinchado y repleto, digerid las lisonjas mientras yo como el queso.» Quien oye aduladores, nunca espere otro premio.
quedáis dmuy dAbrió, d dquiso dpico dcon, d dpreso dle ddejó dy. d d dpues dvanidad dtan dcaer, d del d«Señor dalabanzas dsu; d dllevado ddulce dcantar del, d dde dastuto dhalagueño dhinchado, d dCuervo drepleto: d dde dqueso, d ddespués dZorro dalimento dhaberle, d dnegro dsin dotro del ddijo dy dbobo, d d
4. En la rama de un árbol, bien ufano y contento, con un queso en el pico, estaba el señor Cuervo. Del olor atraído un Zorro muy maestro, le dijo estas palabras, a poco más o menos: «Tenga usted buenos días, señor Cuervo, mi dueño; vaya que estáis donoso, mono, lindo en extremo; yo no gasto lisonjas, y digo lo que siento; que si a tu bella traza corresponde el gorjeo, juro a la diosa Ceres , siendo testigo el cielo, que tú serás el fénix de sus vastos imperios.» Al oír un discurso tan dulce y halagueño, de vanidad llevado, quiso cantar el Cuervo. Abrió su negro pico, dejó caer el queso; el muy astuto Zorro, después de haberle preso, le dijo: «Señor bobo, pues sin otro alimento, quedáis con alabanzas tan hinchado y repleto, digerid las lisonjas mientras yo como el queso.» Quien oye aduladores, nunca espere otro premio.
como ddigerid daduladores dQuien dyo doye dlisonjas dmientras. del d dpremio despere dqueso, d dnunca dotro dlas. d