El acto sexual es un lenguaje de amor en el que, a través de una parte del cuerpo, se expresa y dona toda la persona.
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2.
La verdadera libertad consiste en que nada, ni nadie, me reprima o impida hacer lo que deseo y me apetece.
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3.
La castidad es una virtud que se caracteriza por un dominio del propio cuerpo por respeto a mí mismo y a los otros, que no son un instrumento para mi placer. No se trata de reprimirme, sino de ser responsable para evitar el egoísmo manipulador. El bien del otro importa más que mis deseos.
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4.
El sexo en sí no es pecado, sino el egoísmo, que se manifiesta en muchas facetas de la vida, también en el sexo.
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5.
La Iglesia ve bien que se informe y hable de sexo, siempre que se relacione con la persona íntegra (no sólo con lo físico), sin separarlo del amor y demás aspectos personales.
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6.
Buscar más placer en el sexo no es malo, lo malo es que sea lo único que se busque, usando al otro en función mía. Es una expresión maravillosa del gozo interno de amar y sentirse amado.
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7.
La verdadera, única y primordial finalidad del acto sexual es la procreación, es decir, sólo debe hacerse para tener hijos.
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8.
Está bien que dos personas libremente practiquen sexo como un intercambio mutuo de placer, sin que tenga que haber una vinculación amorosa entre ambos. Basta que los dos quieran.
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9.
El noviazgo es una etapa para probar la autenticidad del amor y crecer en el respeto mutuo para evitar futuros fraudes. Es preciso dominarse y saber esperar para estar seguros de que no se utiliza al otro como objeto (castidad).
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10.
La pornografía y, sobre todo, la prostitución degradan la dignidad de la persona, tratándola como mercancía y utilizándola como objeto de consumo.
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11.
Ser deseado o deseada es sinónimo de ser amado o amada.
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12.
No hay acto sexual que exprese amor verdadero si no hay vinculación responsable y estable con la otra persona, porque la relación sexual compromete y pone en juego todas las dimensiones de la persona y todos los campos de su vida.
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13.
El amor es un efecto secundario del sexo.
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14.
Sólo debería haber coito cuando haya amor probado, estable, definitivo y total, cuando los dos estén unidos en un proyecto común (familia, matrimonio)
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15.
Cuando el amor está en vías de formación (noviazgo) no se puede expresar corporalmente de ninguna manera.
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16.
El amor no es imprescindible para tener sexo.
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17.
El sexo no es imprescindible para el amor.
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18.
La sexualidad no es un mero ejercicio de la genitalidad.
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19.
El cuerpo no es santo, solamente el alma.
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20.
No hay problema en tener una relación sexual esporádica y pasajera, siempre que se tomen “precauciones”.
