Puede provocar o agravar un incendio o explosión en presencia de productos combustibles. Comburente (sólido, líquido o gas).
Puede explotar en contacto con una llama, chispa, electricidad estática, etc. Explosivo.
Puede atacar o destruir metales. Corrosión o irritación cutánea.
Es nocivo por vía oral, cutánea o por inhalación. Provoca alergias cutáneas, somnolencia y vértigo. Toxicidad aguda
En contacto con una fuente de ignición, por calor o fricción, por contacto con aire o agua, o si se liberan gases inflamables. Inflamable.
Sustancias y preparados que, por inhalación, ingestión o penetración cutánea, producen efectos adversos. Pueden provocar náuseas, vómitos, dolores de cabeza e, incluso, la muerte. Tóxicos.
Algunos pueden explotar por el calor o producir quemaduras o heridas relacionadas con el frío. Gas a presión en un recipiente.
Puede modificar el funcionamiento de ciertos órganos y provocar alergias respiratorias o graves efectos sobre los pulmones. Cancerígeno, tóxico y mutagénico.