Desde el punto de vista de este autor, el hombre vive infeliz, ya que de acuerdo a su naturaleza, la infelicidad es sólo lo que experimenta en esta vida, desde el momento en que nace hasta en el que muere.
Cosmovisión idealista. La vida del ser humano no puede ser reducida a la satisfacción de sus necesidades materiales o corpóreas, antes bien, el hombre ha de ir en búsqueda de los ideales más sublimes de su alma con el fin de alcanzar la felicidad.
En esta cosmovisión, este pensador cree que lo fundamental en el hombre es su libertad y su autonomía. El hombre mismo deberá crear su propio sistema de valores para orientar su conducta. Someterse a valores impuestos por otros significa no ser responsable de su vida.
Teólogo y filósofo de la época medieval, tuvo como idea central a Dios, a quien consideró creador de todo cuanto existe y un ser infinito. Existe un fin al que el hombre debe tender: la felicidad.
Para esta corriente filosófica, es necesario acabar con la distinción de clases sociales. La idea ética depende de las condiciones sociales, históricas, económicas y políticas. Lo importante es la vida terrena y su estructura social.
Cosmovisión realista. Toda acción del hombre se realiza con base en un fin y este fin es el bien que se busca. Por tanto, el fin se identifica con el bien.
Cosmovisión Dionisiaca. Juzga las normas y las virtudes de la ética, las cuales califica de antinaturales, ya que para él la ética sólo sirve para los débiles de voluntad y limita la capacidad del hombre de reafirmarse y llegar a ser el superhombre que está llamado a ser por sí mismo.