Mi fruto es el dátil, mi hoja la palma, que la vemos mucho por semana santa.
Lomos y cabeza tengo y aunque vestida no estoy, muy largas faldas mantengo.
Desde el día en que nací, corro y corro sin cesar: corro de noche y de día hasta llegar a la mar.
Vuela sin alas, silba sin boca, azota sin manos y tu ni lo ves ni lo tocas.
De mi tronco herido, sacan la resina. En las piñas guardo todas mis semillas.
Como el algodón suelo en el aire flotar, aveces otorgo lluvia y otras, solo humedad.
Sin el aire yo no vivo; sin la tierra yo me muero; tengo yemas sin ser huevo y copa sin ser sombrero.
De bronce el tronco, las hojas de esmeralda, el fruto de oro, las flores de plata.
Una C de media luna, una A de la fortuna, una N con turbante y una A más adelante.
Verde soy, verde seré, no me toques que te picare.
Giro mi cuerpo ante el sol, por ser el dueño y señor.
El pino
El naranjo
La ortiga
El girasol.
La montaña
La caña
El viento.
La nube
El árbol
El río
La palmera