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El enigma del cacique Mexion. Cuenta que en los territorios de la sabana de Sucre y Córdoba, habito una tribu muy feroz y guerrera, era el pueblo Zenues o Zenú. Esta tribu era gobernada por Mexion, un cacique guerrero; Mexión el indio hermoso como el sol quien estaba casado con Menexka la mujer de un solo seno y la más bella de todas las mujeres. De esta unión nacieron: Tuchínzunga, Sajú, Panaguá, Colosiná, Pinchorroy, Momy, Tolú, Orica, Chimá, Mapurincé, Morroy, Sampuí, Chinchelejo, Mochá, Chalé y Colosó. Sajú, era hermosa como las estrellas radiante, la adoración de Mexion. Eran muchos los guerreros de las tribus aledañas que pretendía en conquistar el corazón de Sajú. Solo uno pudo llegarle a su corazón amado, el príncipe Chamí de la tribu embera. Chamí decidió hablar con el cacique Mexion, por el amor de Sajú. El cacique en su sabiduría infinita le propuso a Chamí que si en dos días le resolvía el siguiente problema: “En una cárcel están alojadas 325 personas. De ellas, 39 son Zenú, 117 Embera, 78 son wayuu y el resto Hombres Blancos. Cuanto es el % que representa cada grupo sobre el total”. Era su esposa, y el nuevo cacique de la tribu Zenú.