Pasaron los días y Jay despertó, logrando levantarse de su cama tan saludable como antes, pero sentía que algo había cambiado en su cuerpo. Pronto, Jay se dio cuenta que podía correr a una velocidad superhumana y que sus reflejos eran igualmente rápidos. Después de meditarlo mucho, concluyó que sus súper poderes se debían al gas que había inhalado, el cual permaneció en su cuerpo activando un gen mutante. En ese momento Jay supo lo que debía hacer, así que decidió construir un traje para cubrir su identidad. Con el fin de servir a la justicia y proteger al mundo de la maldad y la oscuridad oculta en los hombres malvados.
De un momento a otro, el laboratorio se iluminó y se llenó de un vapor químico peligroso sin darle tiempo a Jay de salir. Después de haber inhalado el vapor por unos minutos cayó tendido en el suelo y perdió el conocimiento. Las alarmas contra incendios sonaron y llegaron los bomberos, quienes encontraron a Jay Garrick tendido en el suelo, inmóvil pero aún con signos vitales, así que decidieron llevarlo con urgencia al hospital. En el Hospital los médicos lograron estabilizar a Jay, sin embargo había iniciado un largo viaje del cual sólo él mismo podría salir, yacía inmóvil en la cama mientras los médicos se aferraban a la esperanza de recuperarlo prontamente.
Jay Peter Garrick era un estudiante en la universidad de Keystone City donde desarrollaba sus estudios profesionales. En cierta ocasión Jay se encontraba realizando unos experimentos de química en el laboratorio y creó un mezcla química peligrosa.
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