Música sin referencias externas.
Intento por desarrollar un estilo propio.
Politonalidad.
Fuertes contrastes sonoros.
Ruptura con la tonalidad tradicional.
Ritmo uniforme y mecánico.
Policoralidad y estilo concertante.
Desarrollo de la armonia tonal.
Uso limitado del cromatísmo.
Continuas rupturas y enfrentamientos con los procedimientos al uso.
Alejamiento entre compositor e interprete.
El estilo cantabile.
Surge la figura del virtuoso.
Música desligada de cualquier vínculo exterior.
Desaparición del bajo cifrado.
Claridad en la forma.
Polarización de la textura hacia las voces extremas.
Se tiende a la armonía cromática.
Nuevos recursos de notación.
Búsqueda de la identidad del individuo.
Se sacrifica la forma a favor del contenido, de la capacidad expresiva.
Amplio espacio dejado a la improvisación
Obras definidas por el ritmo o la intención poética.
Preferencia por el piano-forte.
