Una vieja con un diente que llama a toda la gente.
Buenas y sonoras cuerdas tengo; cuando me rascan, a la gente entretengo.
Con tan sólo cuatro cuerdas, que un arco pone en acción, esta caja melodiosa te alegrará el corazón.
Marfil y madera fina, a tocarnos con talento, el que no sabe, no atina.
Tengo un sonido tan suave, que ángeles tocan en mí;