Estilo colaborativo
Negociación según las personas involucradas
Estilo competitivo
Negociación según canal de comunicación
Negociación según el asunto a negociar
Negociación según el status relativo de los negociadores
Estilo distributivo
Estilo acomodativo
Negociación según la participación de los interesados
Estilo evitativo
Prima la relación sobre los resultados, esto hace que se acepte perder en primera instancia para obtener resultados en el futuro.
Aquí ambas partes ganan, se necesitan mutuamente para conseguir sus resultados y además quieren preservar la relación.
Es una situación donde unos ganan y otros pierden. Se da cuando no importa mucho el futuro de la relación entre las partes sino el resultado.
Cuando ambas partes piensan que no vale la pena negociar porque los problemas derivados de la negociación pueden ser mayores que los beneficios obtenidos.
Pueden clasificarse en horizontales, cuando las partes se encuentran en un mismo nivel de la escala jerárquica; o verticales, cuando las partes que negocian se encuentran vinculados a través de una relación de subordinación directa.
Pueden ser cara a cara, telefónicas, epistolares o sobre la base de representantes.
Se da cuando las partes establecen un acuerdo rápido, justo y equilibrado sobre asuntos de mutuo interés.
Pueden clasificarse en negociaciones directas e indirectas, es decir a través de mediadores, árbitros, abogados, etc.
Esta puede ser sobre aspectos políticos, comerciales y técnicos, hasta personales y afectivos. En cada caso resulta imprescindible tener un conocimiento adecuado del objeto de la negociación, así como crear el ambiente propicio para lograr el efecto deseado.
Las negociaciones pueden efectuarse entre individuos, entre estos y grupos o entre grupos. A medida que intervienen más personas se vuelve más complejo el proceso.