La ciudadanía digital es una responsabilidad compartida entre el sistema educativo, el estado y las comunidades, por ello, el docente como integrante de todas ellas debe liderar dicha responsabilidad; en sus interacciones sociales, con un uso adecuado de las redes sociales; en sus prácticas de aula, con actividades que promuevan el uso responsable de la tecnología; en los modelos metodológicos y didácticos que emplea, con la supremacía del poder de las ideas sobre la suplantación, el plagio y la deshonestidad.
Incorporar la innovación y la creatividad en las prácticas de aula, es una catarsis del profesorado que requiere más que decisión, la adopción de método y disciplina, por lo cual en los siguientes apartados se darán algunas ideas sobre qué hacer para no naufragar en la tarea de innovar con TIC.
La utilización de recursos tecnológicos en el aula, mejoran los procesos de aprendizaje en la medida en que evidencian los avances a través de simulaciones, representaciones gráficas o multimediales, los cuales a través de la reusabilidad de los recursos permiten al estudiante mejorar la experiencia de aprendizaje cada vez que está en contacto con el recurso y hacerlo tantas veces como lo requiera
“Ninguna generación nace con el conocimiento acumulado de sus antepasados”, lo cual implica que cada generación aumenta la cantidad de conocimientos existentes en alguna de sus disciplinas, de acuerdo con su propia experiencia. Esto ha sido así desde siempre, las nuevas generaciones desarrollan conceptos, ideas y paradigmas, que incrementan la cantidad de conocimiento que sobre un tema se hace referencia.
