En muchos de los sitios que visitan los estudiantes en la red no solo encuentran las explicaciones, sino también los resultados o los informes, incluso las opiniones con el surgimiento de los blogs, el análisis de las obras literarias, las respuestas a los experimentos químicos, los resúmenes de algún libro, solo para mencionar algunas tareas ya listas.
Si bien es cierto no es una función, sí es una condición en el aprendizaje que la tecnología ha puesto de relieve debido a que un estudiante puede acceder a la información desde cualquier lugar en el que se encuentre, en cualquier momento y desde cualquier dispositivo que tenga conexión a internet. En ese sentido, el docente debe buscar herramientas que le ayuden al estudiante a acceder a la información cuando lo desee y con quien desee hacerlo.
Esta función es particularmente interesante, porque prácticamente constituye la extensión de la expresión del estudiante en un aula de clase, cuando se pasaban entre sí un cuaderno en el que escribían sobre diferentes temas. Específicamente, con esta práctica, cada estudiante a quien le llegaba el cuaderno iba escribiendo preguntas, frases, poemas o ideas que el siguiente estudiante respondía, completaba o ampliaba; incluso dibujaban para plasmar mejor su sentir, y así sucedía hasta completar la rotación y el cuaderno volvía a su origen. Esa era la red social del aula.
No es desconocido para ningún docente que cualquier proyecto, independiente de si es de aula, de área o institucional, requiere de investigación, y el cúmulo de preguntas de investigación que se propone a los estudiantes hoy en día son resueltas en la web. Esta búsqueda de información supone la necesidad de ser competente; es decir, el estudiante debe estar en capacidad de buscar información en la web, seleccionarla, clasificarla, organizarla, guardarla, recuperarla y utilizarla adecuadamente para cuando la necesite.
Básicamente, esta función se traduce en trabajo en equipo. Para un docente no es fácil lograr que sus estudiantes trabajen en equipo, es decir, colaborativamente. Esto suele suceder porque el mismo docente no sabe trabajar de esta forma, lo cual solo se logra en la práctica. En la web abundan herramientas para trabajo colaborativo, lo que nos permite aprender con otros, enseñar y elaborar diferentes productos para compartirlos. Lo esencial del proceso es conocer esas herramientas, aunque no todas, y clasificarlas, seleccionarlas, usarlas y aplicarlas en el aula de acuerdo con una intencionalidad concreta.
Si usa la estrategia de aprendizaje basada en proyectos, siempre será necesario orientar al estudiante para que administre adecuadamente el tiempo para el desarrollo del proyecto, porque implica analizarlo, comprenderlo, buscar las fuentes, discutir con el equipo o con otros sobre el tema para aclarar inquietudes, escribir versiones preliminares para recibir realimentación y volver a replantear el documento.
Una experiencia por la que todos hemos pasado es la repetición de ideas, conceptos, poemas, frases, fechas, ciudades, ríos, especies animales, pasos, momentos, acontecimientos, solo para mencionar algunos. El resultado de esa repetición es que esos conceptos se fijan en nuestra mente y los podemos recordar con facilidad con el paso del tiempo.
Una de las más grandes y mejores ventajas que tienen las herramientas web es que hacen posible lo que a veces la imaginación cree imposible. Gracias al avance tecnológico al que acceden a través de un PC, apoyados por un buen diseño y usando herramientas digitales, los usuarios pueden ver lugares, cuerpos, órganos, espacios, animales y muchas cosas y objetos más, en movimiento, con sonido y con posibilidad de interactuar con ellos.
