Desgaste de la capa de Ozono.
Las sequías e inundaciones generan pérdidas en la producción agrícola y ganadera.
Aumento de la temperatura de toda la atmósfera terrestre.
Aumento del nivel del mar.
La acumulación de gases en la atmósfera, por la quema de combustibles.
El retroceso de los glaciares afecta la disponibilidad de agua para el consumo humano y riego.
Incremento de fenómenos naturales, como: sequías, huracanes, etc
Disminución del hielo en los polos, lo que produce inundaciones en zonas costeras.