Entra el estudioso, nunca el holgazán, va buscando libros que allí encontrará.
De la tierra voy al cielo y del cielo he de volver; soy el alma de los campos que los hace florecer.
Puedo ser alegre o triste, según quien me toque esté: con que me rasgues las cuerdas, buen sonido emitiré.
Todos los días del año me levanto muy temprano a quitar los desperdicios y basuras de tu barrio.
Zumba que te zumbarás, van y vienen sin descanso, de flor en flor trajinando y nuestra vida endulzando.
Yo tengo calor y frío y no frío sin calor y sin ser ni mar ni río peces en mí he visto yo.
En las manos de las damas casi siempre estoy metido, unas veces desplegado otras veces recogido.