Era una mujer mala pero al final es buena.
Le hechó una maldición a una niña cuando nació.
La niña estuvo en casa de sus hadas madrinas durante 16 años.
La niña se llamaba Aurora.
Regresó a casa justo el día antes de cumplir 16 años.
Se pinchó el dedo con una aguja.
Se salvó con un beso de amor vardadero.