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Jouer Relier Colonnes

Muerte excepcionalmente rápida por graves torturas previas

Lesiones en nuca y regiones escapulares

Herida de lanza en el costado, con salida de sangre y suero, postmortal

Heridas de flagelación en todo el cuerpo

Contusiones en rostro y rodillas a causa de caídas

Huesos de las piernas no fracturados, en contraste con los usos romanos

Reguerillos en manos y pies por diversos movimientos en la cruz

El tipo morfológico podría ser de Oriente Medio

Sepultura del cuerpo, no lavado, envuelto en una sábana de lino y con abundancia de sustancias aromáticas

Rigidez del cadáver con cabeza hundida en el pecho

Varón de unos 30 o 40 años

¿Desaparición o deslocalización del cuerpo del interior de la sábana?

Lesiones en la cabeza y en el rostro

Heridas de crucifixión en muñecas y pies

Heridas en la cabeza y nuca producidas por un casco espinoso

Juan 20: «Llegó Jesús y dijo a Tomás: “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado”».

Juan 20: « Llegó Simón Pedro y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario enrollado en un sitio aparte».

Juan 19: Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego, dijo: Ahí tienes a tu madre.

Juan 19, 38-42: « Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en los lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar entre los judíos».

Lucas 3, 23: «Jesús, al empezar, tenía unos treinta años».

Juan 19, 1: «Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mandó azotar».

Mateo 27: «… y trenzando una corona de espinas se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha.

Mateo 1 y 2: «Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea… se estableció en una ciudad llamada Nazaret…».

Juan 19, 31.33.36: «Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado

Marcos 14, 65: «Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían: “Profetiza”. Y los criados le daban bofetadas».

Mateo 27: «… y lo llevaron a crucificar. Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo forzaron a llevar su cruz».

Juan 19, 16-18: «Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado “de la Calavera”, donde lo crucificaron».

Mateo 27, 50: «Jesús, gritando de nuevo con voz potente, exhaló el espíritu».

Marcos 15, 42-45: «vino José de Arimatea; se presentó decidido ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se extrañó de que hubiera muerto ya».

Juan 19, 33-34: «uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua».