El arte de aprender a vivir solo se adquiere por medio de la práctica.
Lo decisivo no es sentir, lo decisivo es pensar.
Tomar las cosas con calma y aprovechar las satisfacciones que la vida nos ofrece.
Si no aprendo a vivir la vida misma se encarga de pasar por encima de mi.
El objetivo por el cual el ser humano empieza a filosofar no es por otro motivo que el de aprender a vivir, el de alcanzar una vida lograda.