¿Cómo era, Dios mío, cómo era?
Los invisibles átomos del aire, en derredor palpitan y se inflaman.
vierte la fuente un agua confiada
Temprano levantó la muerte el vuelo, temprano madrugó la madrugada
¡Qué loco fue tu carnaval, qué triste!
Las estrellas nos miraban, mientras la ciudad sonreía
La noche al monte sube
Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente
Silencio atronador
Sobre la nieve se oye resbalar la noche
¿Era como el pasaje de la brisa?
entonces los árboles podrán tocarme por una vez
¡Oh corazón falaz, mente indecisa!
No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta
Vetusta, la muy noble y leal ciudad
Un perfume a madurez en toda la pared