Miedo al fracaso.
Asistir a cursos y talleres, buscar mentores.
Contratar a un asesor fiscal.
Desarrollar una estrategia de marketing efectiva para atraer nuevos clientes.
Dependencia de un solo cliente.
Falta de conocimiento empresarial.
Ahorros de emergencia y una estrategia de financiamiento adecuada.
Responsabilidades legales y fiscales.
Riesgo financiero.
Realizar una exhaustiva investigación de mercado y un plan de negocios sólido.
Miedo a la competencia.
Desarrollar estrategias de diferenciación, mejorar la propuesta de valor.