La masculinidad tradicional se define en oposición a lo femenino: los hombres no lloran, no cuidan y tienen que proveer.
El hombre tradicional construye sus habilidades competitivas, pero descuida el desarrollo personal provoca un manejo inadecuado de las emociones..
Buscan demostrar las propias habilidades. La educación lleva a los hombres a ser competitivos para alcanzar un estatus laboral o social
Fomenta que algunas personas mantengan el control sobre otras para acaparar el poder, en este caso los hombres.
Lleva consigo la agresividad y violencia en nuestra sociedad. Lo vemos a través del acoso, los comentarios sexistas o las violencias sexuales
Las masculinidades igualitarias apuestan por eliminar la violencia machista, o de cualquier tipo, de nuestras vidas.
Buscan una combinación equilibrada de desarrollo, que contribuya a las relaciones interpersonales y a la gestión emocional.
Buscan que cada persona pueda aprovechar el talento de los demás para trabajar en equipo de forma más efectiva, sin buscar la confrontación.
Apuestan por la horizontalidad, el consenso y las relaciones entre iguales.
Apuesta por eliminar esos roles de género aprendidos sobre masculinidad y feminidad, ayudando a que los hombres puedan vivir plenamente su paternidad.