Derecho a no sufrir torturas ni tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes
Derecho a no ser sometido a esclavitud, servidumbre o trabajos forzosos
Derecho a participar en las decisiones de la vida pública y a votar
Derecho a la propiedad privada
derecho a la no discriminación
Derecho a la libertad de opinión y expresión
Derecho a la intimidad
Derecho a la documentación personal
Derecho a recurrir a protección diplomática o consular
Derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión
derecho a migrar
Derecho a la libertad y circulación y de residencia
Derecho a no ser expulsados colectivamente
Ningún migrante puede ser sometido a injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, ni ataques contra su honor y buen nombre
Todo migrante tiene derecho a la libertad de movimiento y a la libertad de elegir lugar de residencia dentro del territorio del país
Las autoridades de acogida están obligadas a comunicar y a facilitar el ejercicio de este derecho
Todo migrante tiene derecho a conservar su documento de identidad.
No puede ser obligado a trabajar horas excesivas, no ser privado de su descanso semanal, no ser contratado si es menor de edad
Toda persona es libre de salir de cualquier país y de regresar en cualquier momento a su país de origen
Puede profesar la religión o creencia que elija, celebrar ritos, prácticas o enseñanzas sin limitación
Incluye recabar, recibir y difundir información e ideas de toda índole
Incluye la protección a sus bienes
La situación de expulsión debe ser examinado conforme a la ley y decidido individualmente por parte de las autoridades
No puede ser discriminado por su etnia, religión, nacionalidad, ideología, etc.
No debe sufrir daños a la integridad física, psicológica, moral o a su honor
Incluye el derecho a sufragar en las elecciones municipales y provinciales