Ingesta de productos tóxicos.
Enfermedades maternas.
Infecciones que produzcan fiebres altas.
Edad de la madre y del padre.
Prematuridad.
Deprivación afectiva o aislamiento social.
Hipoxia.
Falta de cuidados médicos al nacer.
Alteraciones cromosómicas.
Descuido de la madre por su salud y controles médicos.
Traumatismos craneoencefálicos.
Violencia intrafamiliar que afecte a lla madre.
Inadecuada nutrición.
Maltrato y abandono infantil.