Concepción vivía con su abuela y juntas sembraron maíz, frijoles y ají
Todos los días Concepción buscaba el agua para regar las plantas y al pasar las semanas obtuvo una gran cosecha
Pero un día, Tomás y los otros niños llegaron corriendo hasta el basural perseguidos por la policía. Al rato vio que su huerto estaba todo pisoteado y se puso a llorar
Al final todos juntos sembraron el resto de las semillas. Pronto crecieron las plantas y pudieron compartir la comida , vender un poco y guardar semillas para la siembra.
En un barrio lleno de basura conoció a uno niños que tenían la ropa rota y la cara sucia que la invitaron a quedarse ahí.
Un día triste la abuela murió y Concepción tuvo que dejar la tierra e irse a la ciudad
Y así Concepción se quedó a vivir con los niños en el basural. Hizo un muro de piedras, cavó la tierra y plantó un puñado de semillas de maíz, frijoles y ají.