Los romanos llegaron a Roma en el 64 a. C.
“Tú eres el Mesías, el hijo de Dios vivo”(Mt 16, 16).
"Es Dios con nosotros" (Mt 1, 23)
"Y después de hacer un ayuno... al fin sintió hambre" (Mt 4, 2)
"Yo y el Padre somos uno" (Jn 10,30)
“lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre” (Lc 2, 7)
“Tomás, al verlo resucitado, exclama: Señor mío y Dios mío” (Jn 20,28).
Jesús crecía “en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres” (Lc 2, 52).
En su bautismo se oyó la voz del Padre: “Este es mi hijo amado”(Mt 3, 17)
"sabiendo Jesús que todo estaba cumplido ... dijo: tengo sed" (Jn 19, 28)
Tiene poder para perdonar pecados (Mt 9, 6)
Ante el dolor ajeno: “Jesús se echó a llorar”(Jn, 11,35).
Vive en familia: “Él bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos” (Lc 2, 51).
“llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios” (Jn 5,18)
“viendo que ya había muerto, con la lanza, le traspasó el costado” ((Jn 19, 33-34).
Jesús le dice a Pilato: "Mi reino no es de este mundo"
“Cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo” (Jn 4, 6).