Los estados europeos necesitan conseguir materias primas para su producción industrial y nuevos mercados para vender sus productos. Las potencias imperialistas tienden a obligar a sus colonias a comerciar en forma exclusiva con su metrópoli.
Los estados imperialistas, especialmente Gran Bretaña y Estados Unidos, justificaron sus actuaciones en los países que colonizaban no solo argumentando causas políticas y económicas, sino también razones supuestamente racionales
El acelerado aumento de población europea a fines del siglo XIX provocó intensos movimientos migratorios hacia otros continentes en una búsqueda de fuentes de trabajo y mayores oportunidades
El dominio de grandes territorios, de vías de circulación y de zonas consideradas estratégicas se transformó en un símbolo de hegemonía de las potencias, en una época en que el nacionalismo hacia auge en Europa
Las potencias defendían su dominio, planteando que tenían una misión evangelizadora y civilizadora sobre las culturas consideradas primitivas y bárbaras.
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JUSTIFICA EL IMPERIALISMO