Aquellos que no se habían incorporado en el ejército, trabajaron en las fábricas para proveer a los soldados y a la población en tiempos de emergencia.
La guerra aceleró el avance de la tecnología. Lamentablemente, en este caso, la tecnología se utilizó para matar.
Durante ambas guerras, numerosas ciudades fueron bombardeadas y destruidas.
Además, las ciudades donde se encontraba la población civil fueron el blanco de los ejércitos de ambos bandos.
Nuevas armas irrumpieron en el siglo XX: ametralladoras, submarinos, aviones, armas nucleares.
Mientras en el frente de batalla estaban los ejércitos, la retaguardia fueron las ciudades.
Este aspecto de la guerra está relacionado con otra característica, que fue la aplicación de la tecnología en la industria del armamento.
La población civil será desde entonces partícipe y víctima de la guerra.
En estas guerras no solo se vieron involucrados los soldados; también participó la población civil.