Es una inflamación del revestimiento de los bronquios que llevan el aire hacia dentro y fuera de los pulmones. Las personas que lo padecen suelen toser mucosidad espesa y, tal vez, decolorada.
Es una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones. Los sacos aéreos se pueden llenar de líquido o pus, lo que provoca tos con flema o pus, fiebre, escalofríos y dificultad para respirar.
Es la inflamación de las amígdalas, que son dos masas de tejido de forma ovalada situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta. Los signos y síntomas comprenden hinchazón de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
Es una enfermedad crónica que provoca que las vías respiratorias de los pulmones se hinchen y se estrechen. Entre los síntomas están falta de aire, dolor u opresión del pecho, sibilancias al exhalar, problemas para dormir, tos.
El resfriado o catarro común es una infección viral aguda del tracto respiratorio que a menudo cursa con inflamación de las vías aéreas altas y no produce fiebre.
Es causada por hinchazón de la parte posterior de la garganta, entre las amígdalas y la laringe. El principal síntoma es el dolor de garganta.
Es un trastorno que afecta a la mucosa nasal y que produce estornudos, picor, obstrucción, secreciones nasales y, en ocasiones, falta de olfato.
Es una inflamación de los senos paranasales, generalmente originada por un agente infeccioso. Sus síntomas son: cefalea, obstrucción y/o congestión nasal y pérdida de olfacción, alta sensibilidad en las diferentes partes del rostro, en ocasiones fiebre moderada, dolor de garganta, tos, especialmente cuando se intenta dormir.
Bronquitis
La sinusitis crónica o rinosinusitis:
Neumonía
Faringitis
Gripe
Rinitis
Amigdalitis
Asma