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Jouer Relier Colonnes

Desde su jardincito vallado, las elefantitas veían a sus hermanos y a sus primos, todos de un hermoso color gris elefantes, que jugaban por la sabana, comían hierba verde, se duchaban en el río, se revolcaban en el lodo y hacían la siesta debajo de los árboles.

"Pequeñas", decían sus papás, "Tenéis que comeros todas las peoñas y no dejar ni una sola anémona, o no os haréis tan suaves como vuestras mamás, ni tendréis los ojos grandes y brillantes y cuando seáis mayores, ningún guapo elefante querrá casarse con vosotras".

Había una vez en el país de los elefantes...una manada en que las elefantas eran suaves como el terciopelo, tenían los ojos grandes y brillantes y la piel de color rosa caramelo.

Solo Margarita entre todas la pequeñas, no se volvía ni un poquito rosa, por más anémonas y peoñas que comiera.

Y un buen día, Margarita, salió del jardincito vallado. Se quitó los zapatitos, el cuello y el lazo color rosa. Y se fue a jugar sobre la hierba alta, entre los árboles de frutos exquisitos y los charcos de barro.