1
Después de haber sido postulado a la Santa Sede y mismo de una revisión minuciosa la persona es declarada como:
2
Se presenta y da a conocer la intención de elevar a la santidad a esa persona, y se recaban datos biográficos y testimonios.
3
Se reconoce que un creyente vivió y practicó las virtudes cristianas en grado heroico, es decir, de forma excepcional y ejemplar.
4
Además de las virtudes heroicas, se requiere un milagro obtenido a través de la intercesión del siervo de Dios verificado después de su muerte.
5
Para llegar a esto, hace falta otro milagro, ocurrido después de su beatificación.