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Jouer Relier
1. Protección de la ciudad de Lima del corsario holandés Joris Spitberg
2. Lluvia de flores perfumadas frente al Papa Clemente IX
3. Curaba a los enfermos con la imagen del Niño Jesús
4. La aparición al pueblo filipino y su protección durante la II Guerra Mundial
5. Conversar con los animales
6. El matrimonio místico con Jesús
7. Hacer que brotaran flores en su jardín
8. El milagro del viejo árbol de limón

En esta huerta ella cultivaba con esmero y amor sus flores multicolores, de exquisito perfume y belleza sin igual.

Sucedió en 1617 durante el Domingo de Ramos; ella tenía 31 años. Al no recibir ninguna palma, Santa Rosa pensó que Dios estaba molesto con ella por alguna ofensa.

Ella estaba dispuesta a morir en defensa de los valores católicos, por lo que suplicó por la protección de Lima a la Virgen del Rosario.

Mientras las tropas del Ejército imperial avanzaban cerca de ese lugar, la santa peruana hizo su aparición y los condujo hasta un templo cercano donde les ofreció refugio y alimento.

Entonces comenzó a caer sobre la mesa del Papa una lluvia de rosas que lo dejó estupefacto.

Fue revivido por ella siendo niña y siguió dando frutos.

Spitberg fue contratado por Holanda para tomar por asalto el virreinato del Perú.

Fue secado por el Diablo molesto porque Santa Rosa no le hizo caso en una de las tantas veces que la intentó tentar

Los enfermos acudían a ella en busca de cura o consuelo para sus males.

La joven Isabel Flores de 29 años corrió decidida al templo para proteger con su propio cuerpo el altar y la sagrada eucaristía.

Valiéndose de una estampita de Jesús al que llamaba “niño doctorcito” y rezaba diariamente.

Este milagro también es conocido como el “desposorio místico” entre Jesús de Nazareth y Santa Rosa de Lima.

Ocurrió durante la ocupación japonesa de las islas Filipinas en las cercanías de un poblado llamado Bucol.

Siendo niña escuchó a su madre decir que mataría a un gallo que ella tenía porque no cantaba. Fue entonces cuando la pequeña le ordenó al gallo cantar y el ave lo hizo, evitando así su condena.

En 1615, Santa Rosa brindó protección a la ciudad Lima.

Este es uno de los milagros más conocidos de la santa limeña.

El Papa Clemente IX estaba escéptico acerca de los poderes y milagros de Santa Rosa y quiso probarlos antes de beatificarla.

Se dice que las aves, los animales de corral y hasta los mosquitos la obedecían.

Pero también se dice que de este remanso de paz brotaban espontáneamente hermosas flores a solicitud de Santa Rosa.