POSTURA DE DEDOS EN EL TECLADO

A fines del siglo XIX, los comercios y las oficinas comenzaron a necesitar mejoras en sus sistemas de correspondencia y archivos. Cada vez más mujeres salían a trabajar como secretarias y parte de su tarea consistía en copiar documentos o escribir cartas.
En ese mismo siglo, San Ignacio también escribía con pluma y tinta.
Se buscaba un modo de escribir con velocidad y que la escritura sea fácilmente legible para cualquiera, lo que no estaba asegurado si se escribía manualmente.
A mediados del mismo siglo, se presentó la primera máquina de escribir comercial.
Por lo cual, nace el arte de la digitación.