Repaso de las clases de textos según su forma
1
Hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además, hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro.
2
La casa era amplia, luminosa y acogedora. Con el piso de madera y ventanas amplias que mostraban un bello jardín de flores rosas. Allí iba a vivir Clara durante 4 meses. Estaba feliz. Clara amaba las flores y sobre todo las flores rosas.
3
No creo que en la educación de los niños haya que abusar del castigo. La repetición de sucesivos castigos le hace perder su efectividad. Además, los niños responden con mayor fuerza a los estímulos positivos. Los niños definitivamente reaccionan mejor ante el premio que antes el castigo.
4
Se estima que aproximadamente el 70 % del agua dulce se destina a la agricultura. El agua en la industria absorbe una media del 20 % del consumo mundial, empleándose en tareas de refrigeración, transporte y como disolvente en una gran variedad de procesos industriales.
5
Usar internet para el entretenimiento no es algo malo en sí. Lo malo es abusar de ello. El mundo tecnológico está plagado de conocimientos muy útiles, y lo ideal sería también utilizar todos esos conocimientos, y no solo como forma de ocio.
6
El asno es un animal solípedo, como de metro y medio de altura, de color, por lo común, ceniciento, con las orejas largas y la extremidad de la cola poblada de cerdas. Es muy sufrido y se le emplea como caballería y como bestia de carga.
7
Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años. Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la circunstancia de la familia numerosa. Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse. En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el interior. “Este es un mundo como otro cualquiera”, decía el mensaje.
8
- ¿Y tú cómo sabes eso? -¡Ah! Rumores que corren por las montañas. - Pues un día te contaré más cosas sobre mí. Es larga la historia de mi vida. Como anticipo te diré que los habitantes de la Grecia clásica me compararon con el Olimpo. - ¡Ohhh! Debes sentirte muy orgulloso. - Que tú me veas como un hermano me produce mucho más orgullo, Maninidra. -Me emociona lo que dices, Teide. - Es la verdad. Venga, ya seguiremos charlando en otro momento. Hasta luego, pequeño.
9
Bate la mantequilla con el azúcar en un bol y añade los huevos de uno en uno. Por otro lado mezcla la harina (tamizada) con la levadura y con la vainilla. Añade al bol y mezcla bien.
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