“Nada puede simultáneamente ser y no ser”,
“Como en el flujo continuo de un río, en la realidad nada permanece y todo cambia; o mejor dicho, permanece solo el cambio de las cosas, en el sentido que las cosas no tienen una realidad sino justamente la del perenne cambio: todo fluye”
“Las ideas, realidades inteligibles, verdaderas causas y razones últimas y supremas de todas las cosas, son de por sí inmutables y trascendentes. Ellas participan, por obra de un artífice, el Demiurgo, en el mundo sensible, que en cambio está caracterizado por el cambio, y determinan así su origen y estructura, de tal modo que el sensible se explica solo con el suprasensible, lo relativo con lo absoluto, lo móvil con lo inmóvil y lo corruptible con lo eterno”
“El ser es, y no puede no ser”; el no-ser no es, y no puede absolutamente ser. Por lo tanto el ser es y debe ser afirmado y el no-ser no es y debe ser negado. En esto reside la verdad”
Parménides de Elea
Aristóteles
Heráclito de Éfeso
Platón