Elimina los desechos producidos por el organismo.
Permite que la sangra circule y transporte nutrientes, sustancias, oxígeno hacia y desde las células del cuerpo.
Permite el intercambio de gases.
Permite captar y transmitir la información que es captada por los órganos de los sentidos para regular y coordinar las acciones del cuerpo.
Da fuerza al cuerpo y facilita el movimiento.
Transforma los alimentos en sustancias para ser utilizados por las células del organismo.