Verde como el campo, pero campo no es. Habla como el hombre, pero hombre no es.
Cargadas van, cargadas vienen y en el camino no se detienen.
Antes huevecito, después capullito, más tarde volaré como un pajarito.
No es cama ni es león y desaparece en cualquier rincón.
Soy pequeño y blandito y mi casa llevo sobre el lomito.
Soy un animal muy elegante, muy veloz y poco fiero; y cuando quiero calzarme voy a casa del herrero.
En alto vive, en alto mora, en alto teje la tejedora.
Es la reina de los mares, su dentadura es muy buena, y por no ir nunca vacía, siempre dicen que va llena.