nunca me dijiste cómo, tampoco me has dicho cuándo,
los piones se jueron lejos y el surco está abandonao
y tú eres tan sólo un niño
Bajó la cabeza el viejo y acariciando al muchacho,
A quién engañas abuelo? yo sé que tú estás llorando
dice tienes razón hijo, el odio todo ha cambiado,
ende que taita y que mama arriba están descansando;
pero en el cerro hay dos cruces que te lo están recordando
a mí ya me faltan juerzas, me pesa tanto el arao
pa'sacar arriba el rancho.