Aprendizaje pragmático
Aprendizaje visual
Aprendizaje verbal
Aprendizaje social
Aprendizaje reflexivo
Aprendizaje lógico matemático
Aprendizaje auditivo
Aprendizaje activo
Aprendizaje interpersonal
Aprendizaje kinestésico
Aprendizaje teórico
Aprenden mejor cuando su cuerpo entra en contacto directo con la experiencia y cuando puede vincular la información a un elemento tangible de su mundo físico.
Algunos alumnos prefieren el silencio y la soledad para concentrarse mejor. Eso no significa que sean antisociales o introvertidos, sino que les es más fácil aprender y consolidar los conocimientos cuando no hay otras personas distrayendo.
Manifiesta un elevado interés en comprender el “por qué” de las cosas y en integrar los hechos en teorías coherentes, sólidas y lo más completas posibles. Suelen darle prioridad a los datos o información disponible en el material académico, por encima de la observación directa de los hechos
Es la contraparte del aprendizaje auditivo. A los alumnos con este estilo de aprendizaje puede costarles trabajo seguir el hilo de una lección oral, pero retienen y comprenden con gran facilidad textos gráficos e imágenes.
Basado en experimentar. El alumnado entra en contacto directo con experiencias nuevas sin necesidad de analizarlas demasiado. Muestran más interés por hacer el experimento que en la teoría.
Se trata de observar una situación y absorber la mayor información posible sobre la misma antes de entrar en contacto con ella o pasar a la experimentación. Se desempeñan mejor en tareas que pueden ser analizadas a detalle antes de sacar conclusiones. También se caracterizan por una elevada creatividad.
Aprenden mejor cuando escuchan la información o cuando viene acompañada de sonidos con los que asociar conceptos. Por ejemplo, aprenden mejor la si la dice el profesor que si la leen en un libro, y recuerdan mejor secuencias de sonidos o canciones que imágenes.
Aprenden más y mejor en contextos grupales o de trabajo en equipo. Comparten sus conclusiones con los demás y prefieren tomar en cuenta los puntos de vista de otras personas cuando aprenden o experimentan.
Prefieren saber el “para qué” de las cosas, y están más motivados en lograr objetivos específicos que en integrar teorías abstractas. Generalmente, necesitan comprobar la información de primera mano y es fácil que pierdan el interés cuando no existen oportunidades para la experimentación directa o metas concretas.
Se desenvuelven mejor con el lenguaje verbal, ya sea oral o escrito. Gran facilidad para conectar hechos y conceptos abstractos siempre y cuando cuenten con una base. También retienen mucho mejor cuando escriben ellos mismos la lección.
Mientras que el aprendizaje verbal se basa en la estructura del lenguaje, estos prefieren utilizar esquemas, ecuaciones y asociaciones visuales de conceptos abstractos, como los números y los símbolos.